sábado, 1 de mayo de 2010

UNA MANO

¡ Cómo lloran las gentes !
Y va pasando, sí,
el tiempo va pasando
y aquel río de serpentinas
que manó de lo inocente
como agua de cántaro,
fresca y pura a la intemperie,
uno a uno, la están agotando.

¡ Cómo lloran las gentes !
Las gentes están llorando
de coraje, y blasfemias,
de rencores y espantos,
de disputas y fracasos,
de tormentos, de envidias,
de lujurias, de egoísmos,
de maldad, de ...
y todos, lo están callando.

Y el río en solitario,
con lágrimas y llantos,
pregunta: ¿ dónde estás TU ?
¿ dónde ?, ¡ dame la mano !
¡ mira !, por favor,
que me ahogo en el Lago.

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