viernes, 19 de noviembre de 2010

¡¡FLORES!!

Con sarmientos y azucenas,

con nardos y lirios

fragantes aromas,

orquídeas,

de señoríos.

¡ Flores !

LÁGRIMAS

Las flores y el firmamento,

de gris se han llenado,

antes miraban a lo lejos,

con optimismo, entusiasmo,

y hoy, el invierno les han llegado.

Triste está la flor

con sus brazos caídos,

triste el cielo,

triste la Luna,

triste las estrellas,

tristes...

triste están, las dos, a una

con sus canas tempranas,

sus brazos caídos,

sus ojos llenos de lágrimas,

sin mirada a lo lejos,

sin ganas de nada, nada.

Gris, solo gris.

Lágrimas, solo lágrimas.

jueves, 4 de noviembre de 2010

POR LAS RUTAS

Este año he dado un paseo por la ruta de los Pueblos Blancos, respirando sus aires de lentiscos, laureles y jaras entre pegotones de cal viva en sus llanuras y sierras; También por la ruta del Toro entre montera, alcornoques y helechos con perfumes de tomillo, romero y margaritas de manzanilla; Y por las tierras del vino embriagado por sus olores añejos de vides, de albarizas y de marismas.

Los pueblos de las rutas, soleados y sombreados en sus amaneceres y atardeceres me han acogido tan calidamente, hasta tal punto, que ninguno de ellos ha querido dejarme escapar. Con todos, me he quedado embobado. Sus carreteras estrechas y tortuosas, cubiertas de frondosos árboles, han coloreado mi caminar y me han hecho sentir como pajarillo en el bosque del universo. De hecho, cuando iba caminando por la carretera que va desde Puerto Galis a Ubrique, mis sentidos han quedado trastornados por la fragancia desparramada de la mezcla de colores con los distintos tonos pintados en el lienzo de la naturaleza que la bordea. Y trinos de pajarillos por aquí, trinos de pajarillos por allá. Sinfonías de partituras naturales, en el mejor auditorio del universo, me han acompañado en mi largo viaje.

En todas las rutas, de este mi viaje, los pueblos blancos de cal viva, y montera de torero de piedra bruñida por la fuerza de la naturaleza, y helechos, y alcornoques robustos, y vides aromáticas de caldos de oro, y albarizas, y marismas, y sierras coloreadas en lienzos naturales, mis sentidos, mis cinco sentidos se ha convertido en seis para que al mismo tiempo se fundan todos en uno solo y con mis recuerdos exploten en sentimientos de agradecimiento a este rinconcito del universo por tanta generosidad en dejarme ver y entrar en sus entrañas y disfrutar de sus aromas hasta el éxtasis.

Una vez terminado el paseo, he vuelto a mi casa, si, a mi casa de Dos Hermanas para continuar con la rutina de todos los días de los lunes, de los martes, de los… en fin, de todos los día, en los que las sensaciones y los sentimiento se vuelven distintos en la ruta de la briega diaria donde los amaneceres y atardeceres son iguales y opacos, y donde lo natural cuesta trabajo que exista.

Y aunque es verdad que la ruta de la briega diaria donde los amaneceres y los atardeceres son iguales y opacos, no es menos cierto que este año he dado un paseo por la ruta de los pueblos blanco, por la ruta del toro y por la ruta del vino, donde he percibido todas las glorias que los sentidos, los cinco sentidos, o los seis sentidos, o todos los sentidos fundidos en uno, son capaces de recibir.

Simón Candón 4/11/2010

jueves, 21 de octubre de 2010

IN MEMORIAM ANTONIO MELGAREJO


… Alguna vez fue la primera donde niños fuimos, ilusionados o qué se yo, a un centro para que fuera el lugar de encuentro en el que nos conociéramos para siempre y desde allí y no desde otro lugar, el cordón umbilical nos comunicara para la eternidad.

Pasaron los años de niñez, de pubertad, de… y pasaron… en los que compartimos todo, porque todo lo teníamos a nuestro alcance. Teníamos… hasta la inocencia de la propia vida y también la compartimos como también compartimos la procedencia de los “pueblos de colonización”.

Ya, más tarde, nos dispersamos y nos fuimos para empezar otra manera de entender la vida con la creación de una nueva familia donde los esfuerzos de juventud arrasaba a la propia existencia en el empuje y en la fuerza y con la ilusión de asentarnos en algún lugar donde se realizaran todo aquello que bullía en nuestras cabezas, y en esta etapa nueva, nos olvidamos un poco el uno del otro, pero… seguíamos ahí.

Luego, vinieron otros tiempos donde, ya agotadas esas primeras energías, recapitulamos la esencia de la vida para disfrutar de las obras realizadas, y de nuevo volvimos a encontrarnos e hicimos nuestra la frase de Fray Luis de León: … “como decíamos ayer” para convertirla en hoy, y así llevarle la contraria al tiempo con el ayer, el hoy y el mañana para hacerlos siempre en presente.

Cuando todo esto tenemos. Cuando empezamos a oler la esencia, el aroma y la fragancia de la existencia y nos embriagamos con la vida, ésta te sorprende dándonos un mazazo de padre y señor mío. Y nos preguntamos: ¿por qué ahora? Y no encontramos respuesta, sin embargo estamos seguros que continuaremos llevándoles la contraria al tiempo con el ayer, el hoy y el mañana para hacerlos siempre en presente y nos revolcaremos con la memoria y el recuerdo por los distintos prados de la naturaleza y disfrutaremos con el color verde, que tanta vida le da a la primavera.

… Alguna vez fue la primera donde niños fuimos, ilusionados o qué se yo, a un centro para que fuera el lugar de encuentro en el que nos conociéramos para siempre y desde allí y no desde otro lugar, el cordón umbilical nos comunicara para la eternidad… para siempre Antonio.

viernes, 8 de octubre de 2010

UN VIAJE EN MI INFANCIA

Y me adentraré en el recuerdo de mi infancia. Y divagaré en los pensamientos de mi niñez. Seré, por un instante, escudriñador de mis vivencias. Cantaré a los cuatro vientos todo lo que vuele, como nebulosa, en mi mente. Relataré todo aquello que se me antoje y callaré todo lo vedado a los demás. Será un desahogo y al mismo tiempo, una alegría para mi. Caminaré, atrás, en el tiempo y relataré uno de aquellos viajes, que con mi Madre, de visita, hicimos a mis abuelos.

Aquel día, nos levantamos muy, muy temprano. Nos aseamos. Yo, muy presumido, me peiné y me hice la raya, al lado izquierdo. No sé por qué, pero ha sido, siempre, mi lado preferido. Me eché mucha colonia. Había que oler bien. ¡Iba a ver a los abuelos! Mi Madre, me tenía preparada la ropa. En la silla, los pantalones planchado con sus rayas bien marcadas. La camisa, blanca impecable, con su cuello y sus puños bien almidonados. Calcetines negros y zapatos gorilas, también negros, relucientes. Me vestí y baje a la cocina para desayunar. Mi Madre, ya lo había hecho. Iba ella con un vestido a media pierna, elegante, pelo a media melena, muy guapa y hermosa, con sus colores naturales y discretamente empolvada, que resplandecía. Inquieta y nerviosa.

El viaje lo había estado preparando con muchos días de antelación. No podía fallar nada. Estaba todo previsto. La maleta. Los regalos. El bolso con las viandas para el camino. Todo.

Salimos de Guadalcacín, en el "tranvía" (autobús de línea) hasta la estación de autobuses de Jerez. Allí, nos subimos en el "correo la Valenciana”, que hace el recorrido desde Jerez hasta Algeciras, pasando por los distintos pueblos que hay entre ambos. Los billetes tenían los números de asientos dos y tres. Nos sentamos. Yo, muy inquieto, miraba por el cristal de la ventanilla, daba saltitos en el asiento, bamboleaba los pies uno para atrás y otro para delante constantemente. Mi Madre me reñía para que me estuviese quieto. Y era porque estaba nervioso y con estos movimientos, la ponía a ella también. Me estaba quieto, pero al rato, otra vez lo mismo. Le preguntaba a mi madre a cada momento que si faltaba mucho para llegar, y me contestaba que ya faltaba poco. La carretera, estrecha, angosta y tortuosa, estaba llena de baches y grandes terraplenes. Miraba a través del cristal de la ventanilla, y veía, también, los grandes prados verdes con manchas coloreadas en lilas y rojas de lirios y amapolas, llenos de toros y vacas paciendo. Yo iba gozando, viendo esos lienzos de la naturaleza.

Los abuelos, vivían en un pueblo hermoso. Dentro de los pueblos de la llamada ruta del toro. En la sierra de Cádiz. En el centro neurálgico del Parque los Alcornocales. Antes de llegar, había una cuesta arriba serpenteada que se ahogaba con unas moles de peñas, que parecían impedir la visita a todo aquel que quisiera entrar en el mismo. Alcalá de los Gazules. Ya a lo lejos, y desde la ventanilla, veo una silueta blanca saliéndose de entre las montañas, con orgullo y airosa, que anuncia nuestra llegada. Pero la poca distancia, se hace, quizás, más de rogar en esa cuesta que la "valenciana" iba arañando con esfuerzo para llegar a su destino. La parada del "correo", es abajo del pueblo, en la "Playa", que es una explanada donde existen comercios, bares, zonas de ocio y paseos. Allí nos bajamos. Cogimos nuestro equipaje y caminamos hacia la casa de los abuelos. Un tramo llano, al principio, para luego coger una zona de cuesta arriba, enlazándola con unas escalinatas muy empinadas, desembocando en un patio grande, muy grande, rodeado de varias viviendas. En una de ellas vivían los abuelos con mi tío José María, en otra, mi tío Manolo con mi tía Petra y mis primos. De las otras no me acuerdo quien las habitaba.

En el mismo patio, de suelo de chino lavado y algunas zonas con parches de cemento, nos agolpamos todos, mi Madre, mis abuelos, mis tíos, mis primos e incluso algunos vecinos, que eran como familia. Allí, nos saludamos, nos besamos y nos dijimos algunas cosas, todas ellas, llenas de alegrías. Pasamos a la casa de los abuelos. Dejamos el equipaje bien puesto. El abuelo me decía: bueno hombre, ya mi nieto está hecho un hombrecito. ¿Qué te parece? ¿Eh Juana? Y la abuela me miraba con esa sonrisa dulce y ojos brillantes, agarrada a la silla, que era la que la sostenía ya que de las piernas estaba mal. José María, no me soltaba de la mano. No paraba de besarme y acariciarme. Pasado un rato, nos sentamos. Mi Madre y los abuelos empezaron a hablar y a contarse sus cosas. Yo, me fui con los primos... Estuvimos con los abuelos tres días. Con mis primos, vi todo el pueblo, calles arriba y calles abajo. El Santuario de la Virgen de Todos los Santos. Por las mañanas, mi abuelo, se iba a un bar de la "Playa" a jugar al dominó con los amigos hasta la hora de almorzar. Y así pasaron los días de nuestra visita a los abuelos, donde los llegué a conocer mejor. Fueron días de alegrías, de ocio y de emociones. Este es el recuerdo que tengo de ese viaje de mi infancia, donde he divagado y escudriñado en mis pensamientos y mis vivencias; he gozado con este relato escrito. Me he divertido.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Qué triste está la flor.

El Otoño ha llegado.

Qué triste está la flor.

Sus pétalos caídos,

sus brazos desgajados,

sin sangre en sus venas,

sin color en su mirada,

sin juventud, Ella...

Qué triste está la flor.
Si...
Quizás...
Tal vez sea...
No.
De acuerdo, pero...
Lo confieso.
Así soy.
Lo juro.
¡Cuidado!... blasfemas.
¿Qué he dicho?
¿Algo?
al final... Un camino: el vacío.

lunes, 23 de agosto de 2010

¡¡QUÉ PAZ!!


He vuelto a mis orígenes. De verdad, he vuelto a mis orígenes de cuando yo era niño, muy niño que casi no sabía hablar y decía palabras y palabrotas entrecortadas difíciles de entender. Emigrante de mi pueblo natal, llegué (me llevaron) a un pueblecito en construcción de esos tantos de entonces llamados de “plan de desarrollo” de la era de los años cincuenta del siglo pasado (parece uno mayor ¿no?), llamado Guadalcacín, entonces también, del Caudillo, que mientras lo terminaban, nos alojaron en naves medio adecentadas para viviendas con suelos de barro llena de “chupones” de palmitos y palmas y ventanas sin cristales que como cortinas tenían sacos de yute, divididas en lotes para los que serían los primeros pobladores del ahora pueblo de Guadalcacin, sin apellido alguno (por cierto, quedan todavía dos naves de las llamadas “barracones”) No es que continúe igual que entonces, que mucha agua ha caído y muchos vientos han soplado. No. Todo lo contrario. Ha cambiado en su urbanismo, en los servicios a prestar a sus vecinos, en lo político, en lo cultural, en lo social, pero en su esencia sigue siendo lo que fue. Se ha hecho más extenso. Sus vecinos no tienen tanta dependencia de la agricultura como al principio, para lo que fue concebido, ahora es más dependiente de la industria y de por cuenta ajena. Han llegado nuevos vecinos y han conformado un núcleo homogéneo con los ya existentes. Si paseas a la tarde y noche por el pueblo, verás a los vecinos en “la casapuerta” sentados en sus sillas “al fresquito” de tertulia hasta altas horas de la noche-madrugada y también verás a grupos de niños y mozalbetes jugando al escondite en las calles y entre los “soportales” y a “la queda”. Suenan el tañer de las mismas campanas de la torre de su iglesia, tres veces de llamada, tres, y a la misma hora de siempre. Y digo que he vuelto a mis orígenes porque estos día he paseado por sus calles, he saludado a muchos en sus “casapuerta” donde “charlaban” y gesticulaban entre sí de las cosas de todos los días. Me he parado con más de uno para saludarnos y decirnos nuestras cosas de antes y de ahora. He estado en casa, como antes, sin televisión, algunos ratos con radio y he oído el silencio de los tiempos entre muros revestidos de cal blanca aromática de borbotones apagados desparramados en paz. He visto las capas blancas de “encalijos” de años tras años, unas superpuestas a las otras como si se tratara de un cuadro costumbrista donde los sentidos se me pierden en sensaciones de tranquilidad. He mirado, desde mi patio, a la Luna llena, tranquila y sosegada, y mirándonos a los ojos nos hemos hecho cómplices y su alegría se ha hecho brillante y luminosa para arrancarme gotitas de sentimientos para arrojarlas al jardín donde florecen como si de primavera se tratara. He vuelto a mis orígenes y me he fundido en los “barracones” y en el pueblo nuevo lleno de “chupones” de palmitos y palmas, y cortinas de sacos de yute, y barro de calles llenas de charcos, y me he revolcado en ellas hasta quedar confundido con la tierra donde llegué (me llevaron) para quedar atrapado para siempre. En el silencio de la tarde y en la penumbra de la noche se pierden mis pensamientos en la inmensidad de la tranquilidad. ¡¡Qué Paz!!

Simón Candón 23/08/2010

miércoles, 11 de agosto de 2010

VA POR USTEDES, MAESTROS



Como cualquier día del año y a tempraneras horas, me levanto después de una larga noche de verano de insomnio, pensando en cumplir con mi palabra de darle un nuevo artículo a mi amigo Manolo Cruz, por aquello de no dejar de hacer este bello ejercicio de emplear la pluma en divagaciones ocultas de pensamientos y dejarlas florecer para plasmarlas en un “cacho” de papel agradecido y dispuesto para estos menesteres.

No se. Ocurre que, y me viene lo último leído en un correo recibido, me ha impresionado la nótula sobre (Gregorio) “Cruz Vélez. Artista porteño de miedo y oro” Qué titulo mas bello, “de miedo y oro” y qué sentimiento, ¿no? Puro arte. Y me ha impresionado, si, me ha impresionado ese piropo de media verónica que le ha dado su hija diciéndole: “Papá has llevado el nombre del Puerto a muchas tardes de toros, te has llevado la gloria del saber hacer, tus recuerdos, tus momentos de miedo, y la satisfacción de sentirte artista, pero sobre todo el cariño de tu familia y de los que de verdad te quieren: “TE QUIERO TORERO”. Qué mejor remate a una buena faena. “TE QUIERO TORERO”. Qué mejor remate. Y aquí se me terminaron las palabras con los vellos erizados, nudo en la garganta y lágrimas emocionadas escapándose a hurtadillas para que nadie supiera que los sentimientos habían saltado la barrera para protegerse, y terminar tomando prestadas algunas palabras de Paco Moreno: «–Déjame hacer lo que me gusta». Y… “Tanto que llegó a regalarle suspiros de temor a toros que iban a ser lidiados por grandes figuras del toreo” Ná. Casi ná. Para que el “tendío” se ponga en pié con nubes blanca de pañuelos en mano.

Y así también ocurre que curioseando, como a mi me gusta, por la página “losdepilas”, recuerdas, vives, sientes y ves que su “administrador” plasma una y otra vez experiencias, sentimientos, anécdotas, vivencias, felicitaciones, cosas de ayer y de hoy donde dice que “no somos los de antes”, o se queda “sin palabras”, o “la comedia de la vida” y tantas y tantas que…

Y me quedo “sin palabras”. Y me quedo sin nada de nada. Miento. Me quedo con “la comedia de la vida”, con “un año después”, “sentado en el escalón”, como “espectador de lujo”, con el “descanso del guerrero” para terminar diciendo: “reloj no marques las horas”.

Y también como cualquier día del año y a tempraneras horas, me levanto después de una larga noche de verano de insomnio, pensando en cumplir con mi palabra de darle un nuevo artículo a mi amigo manolo cruz, dejando volar mis locuras para atraparlas en sentimientos de hermanos y relatar aquellas hazañas bellas de plazas de albero y plazas de tinta y papel donde cada uno de ellos, maestros, desarrollan faenas de antología, y ante éstas, uno se quita el sombrero.

Va por ustedes (y aquí no tengo más remedio, y no es cortesía, que tratarlos de usted), maestros.

Simón Candón 4/08/2010

lunes, 19 de julio de 2010

DESDE LA ETERNIDAD

Ya desde la eternidad

yo te amaba

y tu me querías

y es nuestro amor

fruto de un querer

que nos dio la vida.

LA VIDA

Pienso en un cigarrillo

que se consume poco a poco

igual la vida.

Un futuro que se ilusiona:

Niñez.

Un instante que se pasa:

Juventud.

Y un pasado que se añora:

Vejez.

MIS MINUTOS DE ORO


Y me preguntan, algunos, que si ya no trabajo y que si por eso tengo tiempo para “andurrear” por los medios sociales y mandar correos electrónicos a diestro y siniestro, colmatando los ordenadores de todos los que me reciben, con más de una queja de algunos, que no se cortan en decírmelos y yo en agradecérselos, para así enviarles más y sepan que alguien como yo, saca unos minutos dedicados precisamente para ellos, que confieso, no me lo piden, pero que lo hago gustoso para que así tomen las opciones de odiarme, maldecirme, llamarme “pesao”, o alegrase conmigo unos instantes.

De que no trabaje ya se ha encargado Zapatero de que sea así, ¡claro! lo que no ha conseguido éste es que yo continúe en mi tozudez de llevarle la contraria en el empeño,

No. No se trata de tener tiempo porque no trabaje, no. Ocurre desde hace ya algún tiempo que estoy en el convencimiento, y así lo practico, que lo importante es la comunicación con todos los tuyos aunque ellos no lo quieran, pero merece la pena hacerlo. Por lo tanto, como creo que lo importante es la comunicación con los demás, yo me he hecho forofo de todos mis amigos y conocidos y trato de mandarles algún que otro mensaje valiéndome de los medios de las nuevas tecnologías puestas a mi disposición para que no se olviden que existo y que existimos.

Reconozco que algunas veces soy demasiado pesado, lo reconozco, pero en este sentido no tengo el propósito de enmienda como aliado, al contrario, porque no soy sabio, como dice el refrán de rectificar.

Me encanta sacar minutos para mis amigos y conocidos y llamar a sus puertas para decirles simplemente: aquí estoy. No me importa que me den con las puertas en las narices. No me importa. Persevero. Seguiré llamando y dando minutos míos porque no los pierdo, los gano. Estoy convencido.

Tengo un amigo que hace el mismo ejercicio y se siente orgulloso de practicarlo. Escribe mucho: ”El reloj en mi muñeca ha ido avanzando impasible segundo a segundo,…” y sigue en su comentario porque llama: “del adiós, llámame, toma mi teléfono…”, y publica en una web “recuerdos”, “ayer y hoy”, “música”… y “enlaces”, para nunca cortar la comunicación.

¿Veis amigos y conocidos que hermosos son esos minutos de los que muchos no tenéis tiempo para utilizarlos?

Os doy mis minutos de oro.

Simon Candón 14/07/2010

lunes, 12 de julio de 2010

EN MI TERCER VUELO, MI GRATITUD A PACO TRENADO




Hice mi tercer vuelo, ¡mi tercer vuelo! Y si… volvimos a volar, Paco, a volar. De nuevo a volar, como te dije en mi primer vuelo del que fuiste mi padrino, por esos cielos, con sensaciones distintas desde su inicio, con llamada de por medio para preguntar por tu salud y tu respondiéndome con invitación tempranera al hogar del “Bambino”, que se encontraba descansando y dormido en su hangar, para que éste, nos llevara de excursión y senderismo por esas veredas celestes, acompañado del amigo Miguel y sus piruetas rasantes saludando a los girasoles y éstos, todos, girándose en la misma dirección y al unísono los miraban y despedían con caras despejadas, limpias y alegres, envueltos en sus melenas amarillas, para subir de vez en cuando y encontrarnos a la misma altura a las nueve, o más adelante decirnos que estaba a las tres y luego, más tarde, a las seis y es un argot que me sorprende y no entiendo hasta que me lo explica y ya si, si, le vas sacando partido a los comentarios y el vuelo se hace apasionante al ir acompañado y encuentras que el espacio vacío no es quietud, sino movimiento, y está lleno, y andas, y corres por esos caminos donde el tiempo se para y hay eternidad.

Ya, entre el primero y este, nos volvió a coger de la mano el Guadalquivir y nos llevó a visitar a su “colega” de doble nacionalidad, el Guadiana, al sitio donde se besa y abraza para siempre en el amor profundo de la muerte y su resurrección en la mar, para desde allí volver por los caminos de las aguas marineras, dunas y pinares piñoneros reservados para sus moradores, hasta llegar, de nuevo, cogidos de la mano por el Río de Andalucía y soltarnos en el lugar donde nos recogió.

Despertamos a “Bambino” y nos sonrió. Nos cogió en su seno y nos llevó por los cielos de Trebujena, de Sanlúcar y Chipiona para enseñarnos las esfinges metálicas de viento con aspas gigantescas, que desgarran y descosen las alfombras tupidas de los viñedos de uvas moscatel y manzanilla rubia con denominación de origen de grandes y elegantes señoras. Antes, habíamos quedado con el amigo Miguel para salir juntos y volar por esos lugares donde está la nada, porque la nada existe, y adentrarnos en sus entrañas para hacernos todos en espacios vacíos y llenos y envolvernos y abrazarnos con sus vientos y caricias. Bajamos al camino de asfalto, y salimos, esta vez, acompañados del amigo Miguel, tomando altura para hacer el recorrido del senderismo. Pasamos entre pueblos blancos, calcados unos de otros, nacidos en la época del queso y la leche americana, Marismilla, Trajano, Chapatales y también por pueblos vetustos y llenos de historia donde sus veletas señalaban iglesias y castillos, Lebrija, Las Cabezas, por entre Los Palacios y Utrera, Arahal, Morón y bajamos a la pista de los Alcores y volvimos a subir y continuamos por entre las hendiduras de la tierra para pasar por Montellano y encarar el aeródromo de Villamartín donde bajamos y disfrutamos de las vistas de la antigua estación de tren, sin acabar, convertida en restaurante y en paraje de jardines de plantas autóctonas, para seguir en el camino de vuelta por entre Bornos y Espera para llegar al sitio de partida. El sendero recorrido nos nuestra orugas gigantescas de montones de paja en hileras, una al lado de las otras, serpenteando como si quisieran alcanzar la otra franja de tierra que no le corresponde, y batallones de girasoles en formación con sus uniformes verdes y sus gorras amarillas de gala o fiesta, y tierras ocres, y rastrojos de pastos de trigo, y… allá, cuando encuentras que el espacio vacío no es quietud, sino movimiento, y está lleno, y andas, y corres por esos caminos donde el tiempo se para y hay eternidad, te sale un grito desgarrador de Diooooooooos, ¡qué hermosura!.

Simón Candón 08/07/2010

jueves, 10 de junio de 2010

MISERIA

Enciende los ánimos

y vibra la tierra,

vibra y zozobra

la Sociedad entera.

Y hay quien con minos

aún la guía.

Maldito Capital

¿qué te propones con ella?

¡qué maldad tan cruel!

¡qué mísera miseria!

lunes, 31 de mayo de 2010

COPLILLAS

I

Te quiero porque te quiero
no preguntes por razón,
morirme por ti me muero
¡ay! me muero por ti, amor.

II

Si piensas en el querer
mal traído y mal llevado,
no me preguntes por qué,
por qué te he dejado.

III

Por ser fiel y honrado contigo
de tu amor me apartaste,
de ti, ya no soy mendigo,
por la gloria de mi Madre.

IV

Si quieres mi corazón, bonita,
tu orgullo tienes que tirar,
que con la bondad y sencillez,
a cualquier sitio se va.

V

No llores Magdalena,
que mi amor se ha perdido
con una niña morena
por los trigales, loco y herido.

VI

Si me exprimes el sentimiento
y me haces llorar,
te juro por la gloria de mi madre,
que lágrima por lágrima
y gota por gota,
con mis penas, tu sufrirás.

VII

Ya no me cuenta más tus penas
a la orillita del río,
aquellas que compartimos juntos,
con sentimientos, cantares y amoríos.

VIII

Si un día te dije: te quiero,
no fue ni mucho menos en vano,
que la penita que llevo por dentro,
es la de un día vil, que nos separamos.

IX

Los cantares de la niña,
apodada la loca,
loco a mí me tenía
por probar de sus labios
aquellas coplas.

X

Ya no llores más por mí, tonta
lo que pasó, pasó,
tu me dejastes a mí,
y yo, me busqué otro amor.

HUERFANO

Huérfano, aquel niño
a los reyes magos le escribía
y a su alma como el armiño
a Dios le decía:
Padre, a Jesús, tu hijo,
los reyes le visitaron,
el celeste le bendijo,
y ellos le adoraron.
Nació, solo
de la gente abandonado
el rey le llevó oro,
incienso y mirra los más alejados.
Una estrella les guió
a los tres reyes alejados
a ver tu hijo, ¡oh Dios!
y ante El se postraron.
Su Madre junto a El,
su Padre, aún más cercano
y al lado de los tres,
los tres reyes magos.
Yo, Padre del cielo
no te pido otra cosa
ya que mis padres se fueron
a estar contigo en la gloria,
que me des el anhelo
que mes guíes mis pasos y sean
ellos ángeles de mi custodia.

lunes, 17 de mayo de 2010

A ELENA Y AGUSTIN EN EL DIA DE SU BODA



Familia y amigos, me voy a atrever a decir algunas cosas en este día tan importante para nosotros y principalmente para estos nuestros hijos, Elena y Agustín o Agustín y Elena, que quieren unir sus vidas para siempre, sellando sus compromisos en este acto civil, y teniéndonos a todos nosotros como testigos.

Los que hemos optado por estar casados, lo hemos hecho con la esperanza de satisfacer todas nuestras aspiraciones, deseos y necesidades. Sabemos de las dificultades de la convivencia. Sabemos que la vida en pareja es una experiencia de compartir la vida diaria y aprender a superar los momentos difíciles, pero que para aprender a sacar provecho de las situaciones difíciles y a disfrutar de la vida en pareja, hemos tenido que conocernos más, habernos dado cuenta que las diferencias se acentuaban con la convivencia, y que las discusiones no se saldaban pegando un portazo sino que debían de dormir en la misma cama, sin resentimientos y aceptando al otro tal cual es. No obstante, no era posible satisfacer las necesidades mutuas sin un esfuerzo consciente que implicara el conocimiento de las mismas y el compromiso muto de hacer que la vida en pareja funcionara. Y por eso os recomiendo, como padre, Elena y Agustín, o Agustín y Elena, que tengáis en cuenta, como mínimo, estos cinco principios:

La comunicación. El respeto. La paciencia. La complicidad y sorpresa. El humor y la diversión.
.
1º.- LA COMUNICACIÓN.-Porque uno de los peores enemigos de una pareja es el silencio. El silencio es una barrera que separa, confunde y lleva a malas interpretaciones, por eso hay que tratar de tomar la convivencia con naturalidad y sobre todo ejercitando el diálogo y la comprensión.

2º.- RESPETO.- Porque la vida en pareja y la convivencia no implican que se haya de dejar de ser dos para convertirse en uno. Es importante respetar la individualidad y los espacios personales, para de esa manera poder gozar plenamente de todo lo que se tenga para compartir.

3º.- PACIENCIA.- Porque tenéis que aprender a no perder los nervios ante situaciones insignificantes. Muchas veces un detalle sin importancia puede transformarse en un gran problema, y al recapacitar nadie sabe por qué empezó la discusión. Se trata entonces de tener paciencia y emplear todas las energías para construir una convivencia placentera.

4º.- COMPLICIDAD Y SORPRESA.- Porque la relación debe renovarse todos los días, el compromiso se profundiza día a día mediante los pequeños detalles, que hagan sentir al otro querido.

5º.- HUMOR Y DIVERSIÓN.- Porque la diversión y el sentido del humor son claves a la hora de iniciar la convivencia. Aprender a reírnos de nosotros mismos y de ciertas situaciones que de tomarlas en serio podrían transformarse en verdaderos conflictos cuando en realidad son tonterías.

Elena y Agustín o Agustín y Elena, lo anteriormente dicho, no es otra cosa que elementos básicos para una buena convivencia, que de seguro deseáis y deseamos todos para vuestra nueva vida.

Nos hacéis dichosos y nos sentimos orgullosos de vosotros de cómo sois. Vuestra felicidad es nuestra, como nuestro es el orgullo de teneros como hijos.

Deciros que la vida en pareja requiere de muchos ingredientes. Hablar con franqueza de aquellas pequeñas o grandes cosas que uno necesita para ser feliz. No esperéis que vuestra pareja os lea el pensamiento. Hay que quitarse los prejuicios, olvidarse de la vergüenza y pedir lo que se necesita.

El éxito de la pareja está en el respeto mutuo y en hablar de todas las cosas. La falta de comunicación es mala compañera de camino. La falta de respeto es mal compañero de viaje. Hablar, hablar, hablar y hablar es muy importante y necesario. No os canséis nunca de deciros y contaros todas vuestras cosas.
Es importante no dejar que la rutina se convierta en un depredador y consuma poco a poco la relación. La fase que sigue inmediatamente a la boda es uno de los momentos más importantes de la vida en pareja.

Por último, Elena y Agustín, o Agustín y Elena, podría terminar dedicándoos un poema bonito, o de Alberti, o de Machado, o de Cernuda, o de Neruda, o de Benedetti, o de Paulo Coelho, pero no. Lo voy a hacer con el poema más grande y hermoso nuca escrito por el poeta más sensible y más famoso de todos los tiempos. El poeta es Cristo. Su mejor poema: AMOR.

Besos, ánimos y muchas felicidades.


simón candón sánchez, 12/06/09

ANIVERSARIO VIAJE A BIAR



Pasó el puente de la Inmaculada o de la Constitución, como ahora se le conoce, y con él, conmemoramos un aniversario de viaje, pero no precisamente un viaje de fin de curso o de carrera, sino un viaje de placer de unos cuantos amigos y amigas que maletas, viandas, panderetas, libretos y pestiños en ristre, con sus botellitas de anís correspondiente, se montaron en un autobús en Dos Hermanas para visitar a otro amigo y amiga allá en un pueblo del Levante, llamado Biar. Con pena y más que pena se quedaron en tierra el amigo Corchero y su mujer, que por otra parte esperaban con gran alegría el convertirse abuelos en estas mismas fechas, como así ocurrió.

Nada más el motor arrancado y ya todos sentados en el autobús para la partida, se empezaron a oír los primeros cantos de niños: el panchiviririviri, para ser conductor de primera, etc.,… rememorando tiempos a, con sonrisas entonadas y desentonadas… con lo que comenzó el viaje.

Algunas instrucciones al conductor, y ea, el despiporre, la chorrada de uno, el te acuerdas del otro, la anécdota, el chiste y las risas de todos. El toque de panderetas, los villancicos, los pestiños, los vasitos de anís y los pastelitos fueron la compañía del viaje. Tuvimos nuestras paradas para desayuno y almuerzo con la degustación de la manzanilla del Noni, que como no, no podía faltar en el acompañamiento el tan ilustre caldo.

Y pasaron los minutos, las horas. Y por las ventanillas del autobús se vieron paisajes hermosos, verdes campos y nevadas montañas desde la amanecía, hasta la puesta de sol esplendorosa y la anochecía, que nos envolvió en su seno para entrar por el Levante en el pueblo de Biar, donde fuimos recibidos con gran regocijo por Alfonso y Pepa, su mujer. Abrazos, besos, lágrimas, alborozos, y en definitiva, emoción. Ya allí, cual colegiales, nos dirigimos al pabellón donde por espacio de dos noches y tres días sería nuestra residencia. Venga, las maletas de unos, los bolsos del otros, los chaquetones, las carreras, escaleras arriba; no, en esta planta no, en la siguiente y todo el trajín de subidas y bajadas para llegar a “nuestros cuartos” o camarillas de literas.¡¡Jo que gozada! ¡Qué tiempos vinieron a la memoria! Ésta es mi litera, decían por acá, por allá, por el más allá y por este cuarto y por aquel. Risotadas por todos lados. Chiiiifff, killooo… ¿donde has cogido tu la cama? ¿En que cuarto estás y con quienes? Y nos peleamos con la igualdad, esa, esa que está poniendo de moda la Aidos y las mujeres se fueron todas juntas a unas habitaciones y dejaron a los hombres en otras distintas para que así se cumpliera aquello de que aunque iguales todos, pero también distintos. Y todos felices con aquellas literas de muelles hundidos y de tubo de planta baja y primera. El revuelo. La carcajada. ¡Oye!... ¿hacemos ya la cama? Más de uno ni se acordaban desde cuando no hacían una cama y como vestirla, porque hay que reconocer que esta “faena” es un arte. Todos estos avatares, no cave duda, nos trajeron muchos recuerdos de aquellos tiempos cuando se llegaba a “Pilas” el primer día de curso. Y… era hermoso, aunque vinieran los momentos primeros de “morriñas y soledades”, pero, ¡jo!, como disfrutamos.

Terminado los primeros revuelos y ya afincados cada uno en su sitio, nos fuimos para el comedor, donde, todos reunidos, Alfonso y Pepa nos dirigieron unas palabras emotivas de bienvenida y nos invitaron no solo a saborear los distintos majares culinarios que habían preparado para nosotros, sino también a disfrutar del tiempo que íbamos a estar juntos durante los días de estancia allí en la conversación, en la amistad y en la fraternidad.

Es verdad que a nuestro amigo Alfonso y amiga Pepa, a los dos, le cayeron una muy gorda con nosotros, pero no es menos verdad que sus esfuerzos, merecieron la pena.

¿Qué decir? Pues que nos llevaron a visitar todos los sitios visitables tanto del pueblo de Biar como de Villena donde las puertas estaban preparadas para que se abrieran a nuestras llegadas. Lo tenían todo planificado. ¡Qué gente! Incluso visitamos Alicante capital. El culmen fue la cena del penúltimo día cuando nos sorprendieron con eso, con la cena y con las actuaciones de una rondalla y la de un coro rociero del lugar, allí ya “se nos cayeron los palos del sombrajo” y las emociones fuertes con un rebujito de lágrimas. Entre actos de unos y otros, subimos unos cuantos para agradecer tantas atenciones dispensadas e invitamos a Alfonso y a Pepa para que subieran al escenario donde Alfonso resumió su vida en tres actos importantes: su nacimiento en Nador, donde diera sus primeros pasos; Pilas y Sevilla, donde llegó con doce años acompañado por su madre la primera vez, para quedarse, estudiar, hacerse hermano de todos nosotros y cumplir su segunda etapa; y la tercera, Biar, donde se estableció para siempre. Tres familias que las lleva en su corazón y de las que no se puede desprender. Y… es verdad, gotitas de rocío, agüitas tempraneras, lagrimitas de conventos, lluvias de tormentas salieron de los ojos emocionados. Fue el clímax.

Ya, a la mañana, sí, la de la vuelta, nos dirigimos, como despedida, a su finca, donde nos esperaban con pañuelos blancos en manos de bienvenida, su madre, hermanos y sobrinos con barbacoas y viandas varias para pasar un rato en el caserón junto a la chimenea y reponer fuerzas para el camino. Conforme fue pasando el tiempo, poco a poco, el ambiente se tornaba en nudos en las gargantas para ir despidiéndonos con un hasta luego para romper en mar de lágrimas y sentirnos felices de cómo los lazos de fraternidad que nacieron ya so sé cuantos años (lo sé pero no quiero decirlo) se mantienen y se engrandecen cada vez más. Y así nos fuimos subiendo en ese autobús con el abrazo y el beso de Alfonso y Pepa para llevárnoslo con nosotros para siempre.

Felizmente volvimos a nuestros lugares de residencia a donde nos trajimos las emociones recibidas, el cariño de la gente de Biar, la amistad y fraternidad de la que gozamos todos, las anécdotas para contar siempre y el deseo que siempre expresamos de vernos lo más pronto posible.

Por todo lo acontecido y por los esfuerzos de todos, GRACIAS.

Simón Candón 20/12/2009

domingo, 16 de mayo de 2010

CHIQUILLA

Una chiquilla
de tez morena
con cosas sencillas
me enajena.
Pienso y recuerdo
aquellos días,
la tarde cuerda
que me poseías.
Aromas, paseo,
diálogos, alegrías,
todo era un deseo
y era, que yo te quería.

¿NO ERES TU MI NIÑA?

Y... ¿no es así mi niña?
tan bonita y salerosa,
tan cautelosa y activa,
tan dulce y armoniosa,
tan agraciada,
tan rítmica,
tan llena de color,
tan llena de vida
como la primavera o la rosa?
¿No es así mi niña?
¡Anda! ¡que se atreva el cobarde!
que la flor no se marchita.
¡que germine la semilla!
¡que digan!, ¡digan!
¡que digan las gentes algo!
¡que digan!
¿No eres tu mi niña?.

GANAS DE LLORAR

Tengo gana de reir,
de llorar y patalear,
de estrechar al mundo con mis brazos
y abrazarlo a todo por igual.
Soltar una carcajada,
correr y andar,
caminar por mi Andalucía
y mirar,
ver, con ojos destellantes,
de alegría y paz
a esta sociedad mugrienta
con tranquilidad,
sin fatiga ni rencores,
sin odio ni maldad,
sin ira ni podredumbre
y sin la influencia
del capital.

NO MÁS

No más esta angustia.
La garganta, me ahoga.
El corazón, me aprieta.
Las manos, me atan.
La mente, me lanza.
El alma, me apaga.
No más.

CUANDO ERA COMO TU

Juventud.
Fuerza.
¡Ay! de mis tormentos.
cuando era como tu...
sangre caliente,
garras en las masas,
ansias de vivir,
revolución.
¡Ay! cuando era como tu...
¿Ahora?.
ahora solo aliento.

miércoles, 12 de mayo de 2010

DOS ALMAS

Crepúsculo del alba,
mañanita de Abril,
como Mayo y la rosa
así, te quiero a ti.

Rosa blanca,
limpia túnica,
cristalina agua,
amor y dulzura.

Pétalo de vida.

Ternura.

Fusión de vidas:
dos cuerpos,
dos corazones,,
dos almas,
la mía y la tuya.

TIENE IDEAS FIJAS

Tiene ideas fijas
abrumadoras y terribles
la guapa moza, hija
de carácter corregible.

De carácter corregible
por su indecisión y blandura
¡qué dos cosas tan horrible!
si no se combate con bravura.

Si no se combate con bravura
y se va dejando llevar
por personas sin moldura
¿a donde podrá llegar?

¿A donde podrá llegar
la guapa moza, hija
que tiene ideas fijas
e indecisiones sin par?

¿Indecisiones sin par?
¡Cuidado con las gente!
que se puede encontrar
con ruin, grosero y demente.

Con ruin, grosero y demente,
sed fuerte. Sé tú, TU,
bella hija durmiente
y despertad, por manitú.

¡Despertad!, por manitú
que en este mundo agreste
sin escrúpulo y silvestre
hay quien miente
y descuartiza, como Landrú.

lunes, 10 de mayo de 2010

POR VER, VI

Y vi la virginidad del pueblo
en sus gentes sencillas
transparente y pura
a la luz del alba.

Y vi, el recorrido de doce,
doce horas largas
del disco rojo en el Celeste
y la vergüenza que ocultaba.

Y vi, con el poniente
al gris que luchaba
con la violación de la noche
a la virgen luz
del alba clara.

Y por ver, vi,
como la virginidad lloraba
y con triste desesperación
sus manos rasgaba
al entrar en la Urbe
sin vergüenza,
a oscuras
y sin Nada.

domingo, 9 de mayo de 2010

¡PRIMAVERA!

Y oí el grito del viento

Perdiéndose en el vacío

Y la voz del sol, fuerte,

En la mañana del veintiuno.

Así de garbosa la anunciaron

Las dos fuerzas potentes

Y el arbitro, tranquilo,

La luna,

Mirando desde el celeste.

Naturaleza y contraste.

Se ruborizan las amapolas.

El campo, esperanza verde.

Plumaje amarillo que canta

En mañanita alegre.

Espigas de trigo valiente,

Enhiestas, como el ciprés

De Silos,

Y verde esperanza, verde.

Revoltosa y juguetona

Como la potra.

Trovadora como las especies.

Suave, suave

Trino de pajarillo,

De mañana de rosas,

De perfume,

De jazmines,

Y de claves.

Y oí el canto del gallo

Clarín de diana.

¡Primavera!

domingo, 2 de mayo de 2010

EVASIÓN

Esta sociedad llena de mentiras.
Este mundo lleno de odios.
Este orbe tan miserable
me dice que todo es opio.

Y caminan todas las gentes oprimidas.
Y caminan todas las gentes con mentiras.
Y caminan y caminan y caminan.

Pasos de desencantos, y van.
Pasos de odios, y van.
Pasos desganados, y van.

Y andan y andan y andan.

Senderos tortuosos, y adelante.
Veredas con espinos, y continúan.
Caminos con muros, y lo destrozan.

Vida,
Destrierro,
Agonía,
Muerte.

¡Ah qué evasión!

sábado, 1 de mayo de 2010

UNA MANO

¡ Cómo lloran las gentes !
Y va pasando, sí,
el tiempo va pasando
y aquel río de serpentinas
que manó de lo inocente
como agua de cántaro,
fresca y pura a la intemperie,
uno a uno, la están agotando.

¡ Cómo lloran las gentes !
Las gentes están llorando
de coraje, y blasfemias,
de rencores y espantos,
de disputas y fracasos,
de tormentos, de envidias,
de lujurias, de egoísmos,
de maldad, de ...
y todos, lo están callando.

Y el río en solitario,
con lágrimas y llantos,
pregunta: ¿ dónde estás TU ?
¿ dónde ?, ¡ dame la mano !
¡ mira !, por favor,
que me ahogo en el Lago.

¿POR QUÉ ME MATAN?

Las ideas, no florecen.
Los pensamientos, se apagan.
Las gentes, se enfurecen.
Las palabras, se las tragan.

El lamento de la tumba.
El grito que desgarra.
El chillido que pregunta:
¿ Por qué me matan ?
¿ Por qué me matan ?

Y la respuesta que a la tumba
le dio los tiros de salva:
Tus ideas, nos perturban,
las despabilas, despiertas
a las gentes, las lanzas
y el sueño en la tierra,
hierro y barro
podrido moho de la masa
en el agujero
se entierra y descansa.

El chillido, hilo de vida
y muerte, no se lamentaba
¡ mis ideales ! ¡ justicia !
¡ libertad ! ¡ ah !
ya sé por qué me matan.

LAS IGLESIAS CATÓLICAS


En verdad, no debería de haber ninguna Iglesia Católica y si me apuraran mucho o sin apurarme, solo debería haber una sola Iglesia sin adjetivo que la acompañara, no obstante, metido en este dilema, me queda la sensación y la certeza de que todo es una parafernalia de la que nos servimos para justificar nuestras conciencias y vivir lo más placenteramente posible sin tener que dar muchas explicaciones a nuestros egos. Y es que como criaturas necesitamos de un escudo, de una creencia, de una religión, que nos proteja de nuestras debilidades, de nuestras impotencias, de nuestras inseguridades constantes y de todo aquello que represente alguna amenaza sobre nuestra comodidad, ya sea en lo material, en los sentimientos o en lo espiritual, por ser precisamente criaturas materiales, de sentimientos y espirituales.

Ya decía en una reflexión mía anterior que “El convencimiento está sustentado en la experiencia o no, que el sujeto realiza cuando vive según su moral, buscando siempre un equilibrio racional, que le agote lo menos posible en lo emocional…”

Volviendo al título de esta reflexión, las Iglesias Católicas, porque hay tantas como necesidades placenteras tenemos los integrantes de las mismas, están bien montadas y estructuradas para que cada uno de sus integrantes nos sintamos cómodos dentro de ellas sin tener que pedirles explicaciones de por qué esto o de por qué esto otro. Y cuando digo las Iglesias Católicas, también podría decir la Iglesia de las Hermandades, la Iglesia Neocatecumenales, la Iglesia de la distintas Congregaciones, la Iglesia de la Burguesía, la Iglesia de los Purpurados, La Iglesia del Vaticano, La Iglesia de los Roucos, la Iglesia de la Teología de la Liberación, la Iglesia Misionera, la Iglesia Comprometida, La Iglesia de Base, La Iglesia de los Kikos, La iglesia del Opus Dei, la Iglesia de la Ostentación, la Iglesia de la Farsa, la Iglesia del Teatro, la Iglesia de … y todas Católicas unidas en intereses comunes, sirviéndose del mensaje del personaje de Cristo, como fundador al que reconocen y aceptan como el “El hijo del hombre” y al que manipulan en sus enseñanzas.

No hace mucho tiempo, en unos de los escritos de nuestro querido Juan Leiva, recordaba el año dedicado al sacerdocio y al que yo le contestaba diciéndole: “Juan, gracias por tu artículo. Muchas veces, pero que muchas, me he preguntado por qué es tan ciega "La Iglesia", por qué es tan hipócrita, por qué imparte odio donde se "predica" el amor y por qué excluye y manda a los “infiernos” a parte sus valedores. Tu artículo pone el dedo en la llaga. ¿Por qué, según La Iglesia, sois "curas apestados"?.

Los que habéis entendido que vuestras vidas están más llena de "vida" optando libremente, a pesar de la presiones, por un nuevo estado personal para ser más libres todavía, ¿por qué, desde ese mismo instante, LA IGLESIA os aparta del ejercicio y prédicas y os arrojan a “la isla de los leprosos" como enfermos irrecuperables dignos de no relacionaros con los demás? ¿Esta es la Iglesia del amor?

Pobre e hipócrita "IGLESIA". Esta no es la Iglesia de Cristo. Esta no es la Iglesia que con tanto entusiasmo y ardor acogió a “Saulus” el converso y que con tanta fuerza y generosidad defendió éste ante los romanos, o ante los corintios, o ante los gálatas, o efesios, o filipenses, o…, en fin, ante todos los “predicados en Cristo”.

¿Sabes?, esta IGLESIA, no pierde nada. Y… ¿sabes por qué no pierde nada con llevaros a la leprosería? porque sus miras es el PODER y el DINERO utilizando el nombre de Dios en vano, (véase manifestaciones recientes de Rouco que cuando le han “aflojado la guita”, se ha callado) y… esas ansias de PODER continúan intactas, si cabe, reforzadas con la "ejemplar medida" de mandaros a todos con la "bondad" de la reclusión del olvido a la "isla" para que así no podáis usar la palabra en los púlpitos catecúmenos, aquellas palabras que Cristo nunca se cansaba de repetir como principal mandamiento: “amaos los unos a los otros”.

Vosotros, los calificados como:“secularizados”,“curas arrepentidos”,“colgadores de hábitos”, “desertores”, “resentidos”, “rebotados”..., vosotros sois molestos para esta IGLESIA, la IGLESIA de la ostentación, de la farsa y del teatro.

Juan, permíteme que te diga, allí, en Pilas, vosotros nos metisteis por las venas el amor, la humildad, la pobreza, la bondad para que latiera siempre y fuerte en el corazón y nos hicisteis socios donantes de estas enseñanzas para con el prójimo. Muchas veces nos dijisteis lo de Cristo cuando entró en el templo y echó a los fariseos a latigazos. Muchas.

Dios es libre.

Dios nos hizo a su imagen y semejanza.

No permitamos esclavitud alguna.

Un fuerte abrazo,”.

Esto fue lo que le dije a Juan, totalmente convencido. ¡¡Ay de las Iglesias Católicas ejemplarizantes!!

Y todos coincidiremos en algo fundamental como es las enseñanzas de ese Cristo rompedor con los de su tiempo y con todos los de los tiempos siguientes cuyo mandamiento principal y único fue el “amaos los unos a los otros como yo os he amado” y mandó a sus escogidos en sus enseñanzas para que este mandamiento fuera conocido por todos los que poblaran la tierras.

Este Cristo, no mandó que le hicieran ningún templo y menos, templos lujosos. No enfocó su obra en hacer dinero y aliarse con los ricos, al contrario, invitó a estos a que lo dejaran todo y que lo siguieran. No fue pretensión suya tener un Estado dentro de los Estados de este mundo. Sus enseñanzas siempre fueron en los campos y en las calles. No fundó ninguna “Iglesia Católica”. Empleó su ejemplo de “hombre” e inició el nacimiento de una “Buena Nueva” sin adjetivo y con humildad sobre la base del “amor al prójimo”. No le importó que lo mataran por esta causa para ser semilla que germinara.

¡¡Ay de las Iglesias Católicas y “sus seguidores”!!

Simón Candón 17/042010

viernes, 30 de abril de 2010

¡QUÉ HERMOSURA!

Del agua, el torbellino
de la corriente, el fluvial
de la tierra el camino
del mar, la inmensidad.
De la lluvia, las lágrimas
de las tormentas, los quejíos
de los relámpagos, los dramas
de los truenos, los suspiros.
Las hojas de los árboles
las espinas de las acacias
el cantar de los ruiseñores
el olor de las rosas.
El desgarro de las cepas
de los lentiscos y olivos
lo llora la madre tierra,
tierra y madre de sus hijos.
Del cielo, el celeste
de las estrellas, la luminosidad
de la tierra lo agreste
de la luna la tranquilidad.
El galope del caballo
el mugido de la vaca
el kirikiki del gallo
el color de la planta.
El espíritu, Dios
del barro, la carne
uno más uno, dos
y de la mezcla el hombre.
Los campos, los baldíos
los montes, las llanuras
las marismas, los sequíos
la Naturaleza, ¡ qué hermosura !

TÍMIDA

Color de tu color:
¡ amapola ¡
Perfume de tu encanto:
¡ rosas ¡
¡ Qué flor de vergüenza ¡
la primera.
La segunda:
¡ Qué hermosura de llanto ¡.

EL VUELO



Esta mañana me he levantado con buen humor. Es sábado y como siempre me he levantado con buen humor, pero a diferencia de como siempre, esta mañana me he levantado diferente después de una noche en la que hemos salido unos amigos a pasear por las calles de Jerez de la Frontera, a disfrutar de ellas y a saborear su señorío de ciudad para terminar en una cena entrañable familiar entre los amigos. Si. Si. No podía ser de otra manera. Esa, esa familiaridad inundaba todo el ambiente. La amistad se bebe como el fino, saboreándola. No se ve, se bebe, se come y este ha sido el caso. Ya en la despedida, entrada la noche, hemos quedado, a la mañana, para desayunar en el lugar donde el puesto de tejeringos lleva toda la vida y donde su olor, al recibirlo, segrega líquidos salivares del que, ansioso, desea devorarlos acompañados o bien de café, o bien de chocolate. Allí quedamos, allí nos vimos, allí compramos los papalones de tejeringos y allí los degustamos. Hablas con uno. Te ríes del chiste que cuenta el otro. Dices una tontería. Te saltan con otra, y entre dimes y diretes pasa el tiempo sin que nos demos cuenta y cuando ya se va terminado el desayuno, cada uno va diciendo que a ver cuando otra vez, que ha sido fantástico, que hay que repetirlo con alguna frecuencia y que bueno, que cada uno va diciendo que si se tiene que ir, que si lo está esperando uno, o que si ha quedado con otro, o que ya me voy para casa, o que me voy a volar. ¿Cómo? Si. Si. A volar. A volar y si alguien me quiere acompañar, mejor. Es lo que dijo el amigo Paco Trenado. Me voy a volar, a volar, a pasar un buen rato por las alturas donde no hay tiempo, donde todo parece quieto y donde la soledad aparece más acompañada que nunca. Más de una vez Paco había hecho el mismo ofrecimiento. Más de una vez. Su semblante en el ofrecimiento es de gozo total. Le brillan los ojos de felicidad y ante tal sentimiento, en esta ocasión, yo no podía dejar escapar de sentir esa sensación de libertad donde nada se mueve, donde la soledad está más acompañada que nunca y donde el tiempo se difumina en la nada, porque la nada existe. Así, si. Así fue como me embarqué en ir a su ofrecimiento. Y nos fuimos a su hangar en los campos de Trebujena, pueblo en las cercanías de Jerez, donde tiene su monomotor biplaza, que me enseñó y explicó con todo lujo de detalles al mismo tiempo que iba revisando todo. Dicho y hecho esto, nos dispusimos para el vuelo. Yo, en principio, un poco receloso pero con la confianza que te da el amigo piloto de gran experiencia y de muchas horas de vuelo, me subí, junto a él, a la cabina y tomando posesión del asiento frente a los mandos, para mí complicadísimo, me puse el cinturón, los cascos y toda las zarandajas de audio y seguridad para comenzar el vuelo. Previo a todo esto, con gran suavidad y presteza, sacamos el monomotor del hangar y lo pusimos en disposición de salida. Todo listo para iniciar el vuelo. Tengo que reconocer que en esos momentos me sentía tranquilo y sin preocupación, quizá por la confianza que me trasmitía Paco, o sin quizá, era esa confianza que se necesita que le den a uno para comenzar, sin torpeza, cualquier acción en la vida. Paco arrancó el motor y como si de un coche se tratara, empezó el biplaza a caminar para ir poco a poco cogiendo velocidad hasta, sin sentir, elevar el vuelo a ese cielo azul tranquilo de un sábado donde un grupo de amigos decidieron que lo mejor para comenzar el día era desayunar junto al puesto de tejeringos en la ciudad del vino y del cante y que dos de ellos aventuraron evadirse en un vuelo de disfrute, de gozo y de retorno. Ya en el espacio vacío, con horizonte y sin rumbo fijo, Paco me dijo que iríamos a sobrevolar la serranía de Cádiz y para ello seguiríamos la ruta alejada del radio de acción del Aeropuerto de Jerez, ya que está prohibido volar dentro de ese radio de seguridad; de esta manera comenzó la aventura de sensaciones inigualables. Allá, arriba, en los aires, en el espacio vacío, los tres, el que nos lleva dentro de su alma y del que dependemos y nosotros dos, Paco que dirige y guía y disfruta y yo que soy dirigido, guiado y que gozo en las altura recibiendo emociones fuertes y sintiendo un placer sobrecogedor al convertirme en observador de todo lo alcanzable a la vista. Esas llanuras. Esas alfombras ocres, pajizas y verdes extendidas sobre la tierra. Esas manchas blancas de cal blanca derramada sobre pueblos blancos. Esos pegotitos de cortijos y haciendas desparramados por los campos. Esas veredas y caminos, como hilos de bobina, sueltos y a sus antojos. Las sierras puestas a capricho. Pasamos por encima de todas ellas con ojos grandes, corazones henchidos, almas satisfechas, tranquilas y sosegadas. Abajo dejamos los pueblos de Lebrija, Las Cabezas de San Juan, Villamartín, El Bosque, Prado del Rey, El Pantano de Bornos, El Charco los Hurones, El Pantano del Guadalcacín, haciendo vuelo de bajada casi rasa sobre sus aguas para subir de nuevo y continuar hacia otro lugar y dijo Paco algo de si yo tenía prisa, a lo que contesté que en el lugar donde estábamos el tiempo no existía, se había parado, que estaba confundido y enredado con el cielo, con el aire, con el sol, con la altura, con la nada porque la nada existe y con el todo y nos volvimos y nos dimos la vuelta y continuamos y nos fuimos por otro sendero de esos que existen en el aire y también en la tierra y vimos acequias, canales, ríos y caminamos por encima del Río de Andalucía y nos cogió de la mano hasta llevarnos a Coria y a Puebla del Río. Acariciamos los pinos de Aznalcázar y llegamos a Pilas, el lugar donde nuestra niñez y adolescencia quedó secuestrada para siempre. Allí, en su cielo, revoleteamos y tiramos nuestros recuerdos en flash de negativos fotográficos y nos volvimos acompañados por el Guadalquivir para llegar al hangar en los campos de Trebujena, pueblo en las cercanías de Jerez, donde tiene el monomotor biplaza su dormitorio para dejarlo soñar, soñar con mis sueños. Y volveremos a vernos los mismos amigos: Tamayo, Saborido, Manolin, Segovia, Trenado, Manolo, Fernando y Simón con las respectivas esposas y volveremos a Jerez para disfrutar de sus calles y de su señorío. Y volveremos a volar, Paco, a volar, pero este nuevo vuelo ya no será igual. Será otro con nuevas sensaciones.

Simón Candón 24/06/09